Diego Pajares Herrada (@diegopajaresherrada)
El nadador peruano obtuvo la medalla de oro en la categoría máster en Singapur 2025. Esta es la historia de cómo un endocrinólogo de carrera logró cumplir su sueño juvenil después de los 70 años.
De lo primero que habla don José Peñaloza, 94 años, campeón mundial en Singapur 2025, es de todos los años que dedicó a su profesión: la endocrinología. Pinta una pose ‘vargasllosiana’ al hablar y lleno de orgullo, cuenta cómo, durante una residencia en el Cusco, hizo crecer a un joven mayor de edad que tenía la estatura de un niño. O habla de sus años en el hospital Rebagliati, cuando lo “jubilaron” a los 63, pero luego lo volvieron a llamar porque sus pacientes lo buscaban para confirmar diagnósticos. Tiempo después, ya a fines de sus sesenta, realizó práctica médica privada. “Pero solo a pacientes que viven cerca de mi casa”, nos cuenta. Esta no es solo la historia de una pasión por la natación, sino también de una vocación a servir. A las personas, luego a su patria. Don José Peñaloza Jarrín lo hizo, nadando en Juegos Sudamericanos, Mundiales y otras competencias. Un médico apasionado por el deporte acuático que empezó a competir a los 70 años y que termina con cinco medallas (tres de oro y dos de bronce) en el último Campeonato Mundial Máster de World Aquatics 2025 en Singapur.
PASIONES QUE SE FUSIONAN EN EL AGUA
En la oficina de prensa del Campo de Marte, con una vista privilegiada sobre las piscinas de la Federación Peruana de Natación, se sienta don José. Acaba de ser homenajeado por las medallas obtenidas en Singapur, y en algunas horas más va a competir, es decir, a nadar. Viste un buzo y nos cuenta que su familia, en particular su hijo, lo acompaña. “Tengo cuatro hijos, dos nietos, dos nietas y una bisnieta… pequeñita. Ahora crecen rapidísimo”, dice. Luego sonríe. Aunque siempre nadó, por salud, “en el año 2000 comencé yo [a competir]», nos aclara el señor Peñaloza Jarrín. Hechas las sumas y restas son 25 años en los que ha reunido medallas en varias competiciones.
¿Por qué comenzó a competir a los 70 años? “Fui un tonto”, confiesa don José. “Pero me sirvió trabajar”, replica de inmediato. “Mi padre me dijo ‘tú tienes que ver tus prioridades’. Endocrinólogo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, terminó la carrera sin pagar un sol por ser deportista. Igual se las arregló. Participaba en campeonatos no oficiales, olimpiadas internas de fulbito, atletismo y natación. En 1975 ganó el oro en relevos de la categoría máster de las Olimpiadas Internas por el Centenario del Club Regatas Lima. Años después, se celebró el aniversario del hospital Rebagliati. Participó y obtuvo el primer lugar en el estilo Mariposa 25 metros, al igual que en nado de postas.
En 1989 y 1997 también fue convocado por sus amigos socios del Regatas Lima para participar en las famosas ‘Regateadas’. Ambos años se llevaron las de oro. Don José ya no podía participar en el fútbol, porque ya era adulto mayor. A partir de entonces se dedicó solo a la natación acumulando medallas en torneos del Jockey Club, una ‘regateada’ y campeonatos nacionales másters (donde ganó tres medallas de oro). Todos ellos logrados en 1999. Y las pasiones se fusionaron: viendo su capacidad traducida en preseas, decidió participar en el Campeonato Mundial de Natación Máster (FINA), en Múnich. “Podría ser la ocasión para que mis sueños juveniles sean realidad en esta nueva etapa de mi vida, defender la divisa de mi querida patria y con honor”, refiere en su libro Natación Másters, Odiseas de un Médico Peruano en Campeonatos Mundiales.
Entonces, jubilado desde los 56 años, pero cumpliendo con su pasión médica en clínicas, comenzó el sueño. “Esto me salvó la mente” cuenta el medallista. “Es a partir de esa edad que me dedico completamente a la natación”. Luego del Mundial Múnich 2000, José Peñaloza viajó en 2002 a Christchurch, Nueva Zelanda, para participar del IX Campeonato Mundial FINA MASTERS y volvió para la décima edición en 2004. En 2006 volvió al agua en Estados Unidos y en 2007 participó de un campeonato europeo en Eslovenia. Durante este tiempo, José Peñaloza intercaló el nado en mundiales con participaciones en campeonatos de la Confederación Sudamericana de Natación (Consanat), desde donde comenzaron a llegar las medallas antes de alcanzar la gloria de los mundiales: en Brasil, Chile, Perú, Colombia y Argentina, don José obtuvo, entre 2000 y 2010, más de una decena de medallas de oro, ocho de plata y nueve de bronce.
CAÍDA, RESURRECCIÓN Y VOLVER A EMPEZAR

Cuenta don José Peñaloza que, después de competir profesionalmente durante 10 años, le detectaron prostatitis por lo que tuvo que ser operado y tomarse un año sabático. Tenía 79 años y acababa de llegar del campeonato argentino, realizado en Mar del Plata. “Ya pensaban que no iba a hacer nada, pero mi hijo, que está aquí, me hizo volver en un campeonato en Trujillo. Seguí nadando bien”, recuerda. En la Ciudad de la Eterna Primavera resucitó con tres medallas de oro. El ‘tiburón’ estaba de regreso.
Los campeonatos de la Consanat (sudamericanos) continuaron siendo fuente de medallas para Peñaloza y, a poco de cumplir 80, se propuso la meta de consagrarse en un campeonato mundial. “La natación me estaba haciendo gozar de la vida”, cuenta en su libro. Y recobró la ilusión de defender al Perú y dejarlo en lo más alto. ahora iba por la FINA (internacionales), iba por el mundial. “Aún albergaba la esperanza de lograrlo”, nos confiesa. “La natación me estaba haciendo envejecer lo más joven posible. Seré medallero cuando pase a la categoría 80-84 [años]”. Perseverancia: participó en los campeonatos mundiales de Italia (2012) y Canadá (2014) y llegaron las medallas mundialistas: ocho medallas de bronce, cuatro en cada uno.
En el 2017, a sus 85 años, por una lesión en el hombro casi no participa en el Campeonato Mundial de Hungría ese año. Hizo todo lo posible por recuperarse, viajó a Budapest, le recomendaron no participar, pero el endocrinólogo no quería rendirse, quería demostrar algo, dejar un mensaje. “Me dijeron que no iniciara la competencia desde el podio, sino desde la base de la piscina”, recuerda. “Yo dije que no, pues no quería alertar a mis rivales de mi lesión”. ¿Valentía o riesgo? No, resultado. Don José Peñaloza fue medallista en las cinco competencias en las que participó.
Ese mismo año, tras regresar del mundial, participó en el Campeonato Nacional de Natación Máster, en el Campo de Marte. Aún persistía el dolor en el hombro. Con un solo brazo, el nadador obtuvo 10 medallas y estableció tres récords nacionales en su categoría. Ese año Peñaloza fue top tres de nadadores máster en el mundo, solo por debajo de nadadores de Canadá y USA de su categoría. A los 86 años, en 2019, trajo al Perú medallas mundialistas desde Corea del Sur. Cuatro años después, en Japón, fue su noveno mundial, obtuvo el subcampeonato, para luego coronar, este 2025, con tres medallas de oro y dos de bronce (en relevos) en Singapur.
Al momento de hacer esta entrevista, don José Peñaloza Jarrín tenía 93 años. El 21 de setiembre cumplió 94. Nació en 1931. De pronto se pregunta “¿ya me toca nadar? Avísenme para alistarme”. El programa está un poquito atrasado, le informan. El nadador se tranquiliza. Entonces vuelve a hablar de medicina. Nos cuenta cómo él asistió al primer parto de niñas con diabetes heredadas de su madre y cómo ayudó alguna vez a un niño a no morir por falta de insulina. El endocrinólogo siempre hizo con otros lo que el agua hace con él: mantenerlos con vida.
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